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La Espirituana

De tú a tú con Emilia Morales

De tú a tú con Emilia Morales

EN EXCLUSIVA PARA ESCAMBRAY, REVELA DETALLES DE SU FORMACION Y DESARROLLO EN ESTE PUEBLO QUE LA VIO NACER.  LA  POPULAR INTERPETRE DE LA CANCIONISTICA CUBANA HA PUESTO BIEN EN ALTO EL NOMBRE DE CUBA Y DE SANCTI SPIRITUS EN DIVERSOS ESCENARIOS DEL MUNDO.

Quien la ve ahora vestida de lujo, con el maquillaje perfecto, la voz educada y rodeada de grandes estrellas de la cancionística cubana, no puede imaginar que sus inicios fueron en monte adentro. De su familia, todos músicos empíricos, heredó el don de cantar: "Ellos tenían un septeto tradicional en Natividad con mi abuelo, unos tíos, mi mamá que hacía la segunda voz y una prima de ella.

 Ese alimento cultural lo llevo dentro desde muy  niña. Cuando los visitaba, me incorporaban al grupo y me decían: Las maracas se tocan así... las claves de esta forma."Emilia Morales Palmero nació en Sancti Spíritus el 27 de julio de 1959, su infancia transcurrió en la calle Céspedes, rodeada de hermanos y amigos. En la Escuela Elemental de Música comenzó sus estudios relacionados con el arte.

 "Mis primeros profesores de Apreciación Musical y de Canto Coral  fueron Juan Enrique y Lourdes Caro, a ellos le debo gran parte de lo que soy hoy."Junto a Maricel Yero y Luisa Dorta formó el trío Batalla de la Sacra, el cual, al decir de esta popular cantante, fue como la continuidad de la tradición trovadoresca en Sancti Spiritus. Llevaba el nombre de la ESBEC donde estudiaban, luego se llamó Las Mariana y cuando representaron a la provincia en el Primer Festival de la Canción Política,  en Varadero,  junto a los grandes de la trova en Cuba, como Sara González, Pablo Milanés, el grupo Manguaré, entre otros, Noel Nicola y Silvio les proponen cambiarle el nombre por el de trío Tesis Tres, en homenaje a  las tres tesis de la mujer.

¿Cuándo te decides a estudiar canto?

"No era mi intención continuar con la música, porque no me sentía bien definida, me gustaba la Psicología. Finalizando el preuniversitario llega la convocatoria para el Instituto Superior de Arte, me presento a los exámenes de actuación, y al salir se me acerca Suárez del Villar, que en estos momentos es el Decano de la Facultad de Artes Escénicas de La Habana, y me pide que realice las pruebas de canto. Los requisitos  eran muy rigurosos, había que cantar una ópera, una zarzuela; en fin, algo de la  lírica. Yo me paro y le digo al jurado que no podía hacerlo  porque no contaba con los conocimientos necesarios, en cambio les propongo un tema trovadoresco, e interpreto Pensamiento. A los pocos meses me informan que  obtuve la única beca del país para estudiar Licenciatura en Música, en la especialidad de Canto."

¿Qué fue para Emilia la Universidad? 

"Una experiencia increíble, cinco años que los dediqué a cultivarme porque uno llega allí con otro mundo, te das cuenta de que te falta desarrollo cultural. A partir de entonces fue mucho estudio. Mi carrera era todo lírico, que incluía cuatro años de teatro, danza, maquillaje, entre otras asignaturas. El tiempo que estuve becada lo dediqué a prepararme. Asistí a  todos los grandes conciertos, desde los de la Sinfónica hasta los de música popular, visité galerías, museos, en fin, cualquier espectáculo para mí era importante. Fue una etapa de mucho esfuerzo pero siempre conté con el apoyo de compañeros, amigos y profesores inolvidables como Ramón Calzadilla, Ramón Esprinte, Harold Gramatges, Loyola. Terminé con un recital que me montó Zenaida Castro Romeu con un cuarteto de cuerdas, hicimos música lírica y un ciclo de afro. Al finalizar me seleccionaron la alumna más destacada integralmente de la Facultad."

¿Realidad después de graduada?

"La teoría es importante pero la práctica también lo es, y uno debe unir las dos cosas. Mis primeros pasos en la vida laboral fueron seis meses con un guitarrista haciendo canciones de la trova, como trabajadora de la empresa Adolfo Guzmán. Entonces me presenté a una convocatoria que lanzaron para dar promoción a jóvenes recién graduados en el cabaré Parisién. Andrés Gutiérrez, uno de los  coreógrafos más famosos de Cuba, era el  responsable. Me acepta y monta un espectáculo de una semana, nos presentábamos todas las noches frente a directores artísticos que buscaban talentos. Allí hice de todo, tríos, dúos, hasta bailé. A los pocos días comienzan a llamarme de todas partes: del Internacional de Varadero, La Cueva del Pirata, para un homenaje a Piloto y Vera con las grandes estrellas como Elena Burque, Omara Portuondo. Recuerdo que en el Salón Rojo del Capri, el primer lugar que se abrió sólo para boleros, Lino Borges, Rita Gil y Fernando Alvarez me ayudaron mucho y me decían:  no tienes que utilizar tanto la voz, canta un poquito más suave..." 

Su primera experiencia ante un público internacional  fue en Hungría, cuando representó a Cuba, América Latina y el Caribe en el Festival de la Radio y la Televisión. Allí compartió la escena con artistas de una vasta experiencia en Sopot y otros eventos celebrados en Europa y alcanzó tres grandes premios (segundo lugar del Festival, el de la popularidad y el tercero de la crítica). Es iniciadora de los Festivales Internacionales de Habanera, donde ha actuado en 10 ocasiones, adjudicándose diversos reconocimientos en ellos.

¿Principales momentos de tu carrera?

"Durante todos estos años he renovado constantemente mi repertorio, sin dejar la esencia de la música cubana. Más de 30 giras internacionales se inscriben en mi trayectoria como cantante. No me gusta hablar de esto porque puedo parecer inmodesta, pero sería bueno que mi pueblo, Sancti Spíritus, conozca que donde quiera que esté pondré bien en alto su nombre. A Canadá lo visité 11 veces. Fui la primera artista cubana que cantó junto a Luis Medina, el gran concertista y guitarrista,  en el parlamento canadiense frente al Primer Ministro de ese país y a otros 160 invitados.

"He llevado mi música a muchos países. Con Carlos Ruiz de la Tejera participé en un encuentro de publicistas latinoamericanos en el Uruguay, también estuve en Argentina con el espectáculo titulado Canto, Amor y Vida, y en el mes de junio del pasado año  el MINREX me invita para una jornada que por vez primera se hacía por el natalicio del Che; trabajé en más de ocho ciudades de ese país".

Otros eventos internacionales han contado con las interpretaciones de Emilia  Morales: en Alemania, como artista invitada por el ya fallecido Frank Emilio, con Buenavista Social Club; en España, y por último, en el  Festival de Habaneras donde obtuvo el premio único de la interpretación.

"Actualmente actúo en "Dos Gardenias", junto a María Elena Pena, Beatriz Márquez, Lino Borges, y aunque mi repertorio está basado en la  música de la cancionística cubana, no pueden pasar dos semanas sin que interprete temas de la trova espirituana: Herminia, Pensamiento, Mujer Perjura, que son conocidos por este pueblo, pero a nivel nacional no tienen esa promoción. Allí me los piden y luego tengo que hablar de sus autores y de la historia que rodea a estas bellísimas canciones."

¿Consideras correcta la difusión por los medios?

"No aparezco con frecuencia en la Televisión, aunque cuando me llaman allí estoy. En la radio sucede diferente. En Progreso, Rebelde,... me dan bastante difusión y la prensa escrita también.

"Luego de siete años de ausencia, ¿qué te pareció Sancti Spiritus?

"Mi primera impresión fue ver cuánto ha evolucionado desde el punto de vista social, cómo se rescatan las viejas edificaciones. Es increíble encontrarse con un movimiento cultural tan fuerte, los tríos que identifican la ciudad. En la sede de la UNEAC, organización de la cual soy miembro,  compartí con viejos amigos de la infancia, mis primeros profesores, vecinos del barrio en la calle Céspedes. Por eso los llevo siempre en mi corazón, porque aquí nací y me formé como músico, igual que una semilla que germinó, creció y se desarrolló entre las calles empedradas, esto lo tengo bien presente y donde quiera que esté seguiré siendo por siempre espirituana."Foto: (propiedad de la familia Morales)

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