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La Espirituana

Medio ambiente

Un zoológico en el barrio Kilo-12

Un zoológico en el barrio Kilo-12

 

Hacer de su patio un zoológico es un sueño que Raimundo Madrigal Almanza (Mundo), un día, materializará. Solo falta que aparezcan más animales y, de seguro, este sexagenario utilizaría la amplitud del solar para crearles su propio hábitat.

Por lo pronto, algunos roedores, reptiles, quelonios y aves conviven con Mundo y Rosario, su esposa, en la casa de la calle Céspedes No. 910, al Norte de la ciudad cabecera provincial.

Pero Pancho y Pancha son sus mascotas preferidas. Se trata de una pareja de iguanas que hace más de cinco años cuidan con esmero y lograron domesticar tanto que andan por la sala, los cuartos o la cocina como si fueran uno más dentro del hogar.

“Un amigo me las trajo para que las cuidara mientras cumplía una misión internacionalista en Venezuela, eran muy pequeñas, parecían dos lagartos, estaban en una jaula de pájaros y así pasaron un tiempo hasta que crecieron y tuve que cambiarlas de lugar. Hoy el macho mide más de un metro de largo y la hembra ya está esperando el nacimiento de sus crías”, comenta Mundo.

“Las iguanas se quedaron con nosotros; aunque hubo momentos en que escapaban del solar y los vecinos las traían sin lastimarlas; todos sabían de su existencia, pero ya se adaptaron al medio y ahora nos caen detrás en busca de su comida: pan, frutas, hierba y hasta arroz con frijoles, igualito que nosotros”, sostiene.

Otros animales disfrutan del afecto de este espirituano que por muchos años fue chofer de rastra, pero ahora comparte sus ratos libres con las jutías congas, las cuales cuidó desde muy pequeñas hasta que crecieron y se reprodujeron, así como las jicoteas, los sapos, los lagartos, los majaes y las gallinas…

Y mientras él se aferra a los animales, Rosario se ocupa de las plantas que completan el toque natural de este recinto.

En cualquier tipo de vasija: un cubo, una palangana, un coco seco, una maceta de barro o una lata ella cultiva malangas, helechos, begonias, lirios, crotos, rosas, mariposas y una amplia colección de orquídeas traídas del lomerío, del monte o de cualquier otro rincón de la isla.

“Para lograrlas, a uno tienen que gustarle, porque si no les demuestras amor, durante el riego o cuando las cambias de un sitio a otro, entonces no prosperan. Las plantas requieren de tiempo y atenciones, hasta que se adapten al lugar sin exponerlas totalmente al Sol o la sombra”, dice Rosario.

En el patio de esta casa hay una magia que contagia, un ambiente diferente que invita a meditar bajo la sombra de los árboles frutales: mango, guayaba, cacao, marañón, chirimoya y coco, que contrastan con el aroma de la flor de la mariposa blanca, una fórmula que solo ellos saben descifrar; aunque también sus hijos, en sus propios hogares, exteriorizan el interés por los animales y plantas.

Una humeante taza de café, antes de la despedida, complementa la estancia en el lugar y la promesa de volver para conocer las crías de Pancha, la iguana, que deben salir del nido en los próximos días, para que la familia sea más numerosa.(Fotos: Vicente Brito)

Hallan otro pez león en Trinidad

Hallan otro pez león en Trinidad

La captura de otro pez león en la playa María Aguilar, a 11 kilómetros de la ciudad de Trinidad, indica que la presencia de este peligroso animal en la costa Sur de la provincia no es mera casualidad; sino que se está adaptando a las condiciones climáticas de las aguas del Caribe.

Dos salvavidas, integrantes de la Cruz Roja Cubana, que laboran en esta área, encontraron el llamativo ejemplar de unos 8 centímetros de largo. Se trata de un pez joven, pues los adultos pueden alcanzar hasta 40 centímetros de la cabeza a la cola.

Según declaró a Radio Trinidad la Máster en Ciencias Dalgis Dueñas Boggiano, representante del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en ese municipio, es necesario que la población conozca todo lo relacionado con el pez león para que pueda identificarlo e informar a dicho organismo el lugar, hora, día y cualquier otro dato de interés que fuera necesario tener en cuenta para su localización.

Añadió que es preciso auxiliarse en pescadores profesionales o en personas con aptitudes para realizar esta actividad que puedan contribuir a la captura y eliminación del mismo, pues se sabe que esta especie posee un fuerte veneno en sus espinas dorsal y anal, las cuales semejan agujas de inyectar e inoculan a quienes intenten capturarlo sin los cuidados requeridos.

Refiere la especialista del CITMA en dicho territorio que en caso de extraerlo con cordel, es preciso cortar el mismo fuera del agua y matar de inmediato al pez, no preservarlo ni en estanques, ni en peceras. El pez león habita entre las rocas, en lugares poco profundos, por lo que se alerta a los bañistas para evitar cualquier accidente.

El Pterois volitans, como científicamente se denomina a este animal, es oriundo de los océanos Pacífico, Índico y de Oceanía, y en los Estados Unidos es uno de los peces más valiosos debido a sus colores llamativos y exótica figura. Pero al parecer, se escapó a algún coleccionista o se introdujo intencionalmente en el área del Caribe, donde ha logrado establecerse, e incluso reproducirse.

Indica la representante del CITMA en Trinidad, que ya se conoce de daños causados al ecosistema marino en países cercanos al nuestro donde también está proliferando, pues un ejemplar adulto puede consumir hasta 30 pequeños peces, invertebrados o juveniles de especies comerciales, en apenas media hora.

Alexis Medina, biólogo marino vinculado a este organismo, refirió que en Cuba se reporta la presencia del pez león en la costa Norte y dijo que en visita reciente al puerto de Nuevitas, en Camagüey, se hablaba de su incursión por esa zona; no obstante, en el Sur de nuestro territorio ya se capturaron dos ejemplares de estos, en menos de un mes y algunos pescadores aseguran haber visto otros.

Mas vida para el medio ambiente en Sancti Spíritus

Mas vida para el medio ambiente en Sancti Spíritus Cuatro años antes resultaba imposible hablar de relleno sanitario manual en este territorio y mucho menos pensar en una variante para dar más vida al medio ambiente, pero hoy en el 30 por ciento de los  vertederos existentes ya no predominan el mal olor y la presencia de roedores que antes los caracterizaba; una nueva forma de tratamiento de los residuos permite dar un uso útil a los mismos.Cuba desarrolla con fuerzas un programa de saneamiento ambiental que responde a las exigencias del Protocolo de Kyoto  para evitar, entre otros aspectos, la emanación de gases contaminantes a la atmósfera, razón más que suficiente para estimular a que cada provincia acceda a dar tratamiento a los desechos sólidos con fines no sólo medioambientales sino con otros beneficios que pueden ponerse en función del desarrollo productivo en distintos frentes.A los espirituanos les resulta necesario continuar encauzando los proyectos que sobre el particular pone en práctica la Dirección Provincial de Servicios Comunales, dirigidos fundamentalmente al cambio de métodos y el acondicionamiento de sitios donde antes del 2003 se depositaban a la intemperie los desechos sólidos, con la intención de convertirlos en áreas reservadas a la producción de alimentos para los trabajadores de esta propia empresa o flores con las cuales se le puede prestar un servicio al sector residencial. Pablo Enrique Echemendía Quintero, director de esta entidad en Sancti Spíritus, asegura que un cambio radical de la imagen y la eliminación de los elementos contaminantes dañinos a la salud ha sido el principal resultado de este programa, con gran incidencia entre los habitantes de las comunidades aledañas a los vertederos, quienes además se favorecieron con la creación de nuevas fuentes de empleo.   “En las trincheras los obreros se encargan de la selección, según los tipos de residuos (biodegradables, reciclables y tóxicos peligrosos), del tapado, con la incorporación de capa vegetal, desperdicios de la cosecha arrocera y estiércol animal, y del acopio del abono natural con fines comerciales o de mejoramiento del terreno en áreas vinculadas con la siembra de flores o viandas”, asegura el directivo.   Los municipios de Yaguajay y Trinidad son los más sobresalientes en esta actividad, con varios vertederos en función de dar un adecuado tratamiento a los desechos sólidos a partir del método de relleno sanitario manual, donde intervienen además organismos como el CITMA, Salud Pública y varias de sus dependencias, Comunales, el Poder Popular, Materias Primas y las organizaciones de masas en cada territorio.   El ejemplo más representativo hasta la fecha es el de la comunidad Las Nuevas, situada en el sureño municipio de La Sierpe. Allí nada parece imposible luego de que el Gobierno de Canadá y su Instituto Urbano, de conjunto con los organismos en el municipio y la provincia, decidieron contribuir a mejorar la calidad de vida de los más de 3 000 habitantes de la zona, al poner en práctica un proyecto sobre el manejo integral de los residuos sólidos que genera la población, y contribuir así a la erradicación de enfermedades de transmisión digestivas que abundaban por esos lugares.   La experiencia de Las Nuevas ya trasciende las fronteras del país. Recientemente tuvo lugar allí un taller nacional con la participación de invitados extranjeros para constatar los resultados del proyecto a partir del método de almacenamiento intradomiciliario de clasificación de la basura que se lleva a cabo en la comunidad.   Asegura el director de Comunales en la provincia que por el concepto de relleno sanitario manual se le da tratamiento mensualmente  a unos 8 800 metros cúbicos de desechos, y anuncia proyecciones para continuar incrementando esta experiencia hasta completar el resto de los vertederos espirituanos con este u otro sistema similar. (Foto: Vicente Brito)   .   

El valor de la pequeña estatuilla colgante

El valor de la pequeña estatuilla colgante En la finca Tenedores ubicada cerca de la localidad de Pojabo, al sur del municipio de Sancti Spíritus, Julio Remedios encontró un día, labrando la tierra, un objeto tallado en roca silícica de color blanquecino amarillento y un tamaño aproximado a los 7 centímetros, una obra de arte en miniatura.Lejos estaba de imaginar el campesino que la pequeña estatuilla colgante en forma de ave (al parecer una cotorra o un pelícano poco estilizado) constituía un ídolo ornitomorfo, algo así como una deidad adorada por los aborígenes, antiguos habitantes de esa región.Gilberto García Castro, promotor cultural del Museo Provincial de la Naturaleza y El Hombre, institución que exhibe de forma permanente esta pieza, explicó a Escambray que se trata de la primera de este tipo hallada en la provincia, con alto valor cultural como muestra de las creencias practicadas por nuestros antecesores.Dijo que al parecer la figura en forma de cotorra servía de colgante a los aborígenes, y su afición obedece al hecho de constituir esta ave un alimento esencial para los agricultores y ceramistas, quienes además cazaban, pescaban y recolectaban a fin de completar su dieta, y si le rendían culto a las aves la caza, suponían ellos, sería más abundante cada día.Cuenta el especialista del museo que cuando en 1513 Pánfilo de Narváez llegó al sitio Carahatas, al norte de Villa Clara, y permaneció allí por varias semanas en compañía de los indios de aquel lugar, se comieron unas 5 000 cotorras; algo creíble, si se tiene en cuenta que entre estas y los papagayos había suficientes en nuestros bosques como para utilizarlas de alimento, pero además se conoce que los aborígenes las criaban como aves de corral.

Para ellos este animalito simbolizaba a un dios y así lo demuestra la manera profusa en que dejaban constancia de estas figuras ornitomorfas (talladas o esculpidas) en rocas, conchas, barro, madera o huesos; o dibujadas a color en paredes de cuevas y en petroglifos, sobre todo en los sitios habitados o visitados por los nativos.(Foto: Vicente Brito)

 

Un edén natural

Un edén natural

En medio de un paisaje cargado de colores donde el canto de las aves y el sonido de las aguas en el arroyo se apoderan del silencio se encuentra el área protegida Alturas de Fomento, un sitio que bien pudiera compararse con un edén natural.

Las 220 hectáreas que conforman la también denominada Reserva Florística Manejada encierran en sí diversos ecosistemas, una amplia población de aves, moluscos, reptiles, jutías y otros animales, junto a varios tipos de árboles frutales y maderables y plantas ornamentales.

Perteneciente a la Empresa Provincial de Flora y Fauna, en un sitio distante de Sancti Spíritus a unos 50 kilómetros, se empinan majestuosamente algunas elevaciones, como el Pico de Husillo y la loma Piedra Gorda, esta última, con 228 metros de altura por encima del nivel del mar.

 En el país existen 32 áreas protegidas, de ellas seis pertenecen a la provincia, entre las que se encuentran con categoría de parque nacional, Caguanes en Yaguajay; como reserva florística manejada, Alturas de Fomento; refugio de fauna, Tunas de Zaza y Lebrige; y como recurso manejado, la de Jobo Rosado, en Yaguajay.(Foto:Reidel Gallo) 

Para nada me considero un científico, soy apenas un investigador

Para nada me considero un científico, soy apenas un investigador

GEÓGRAFO DE PROFESIÓN, LÍDER JUVENIL AMBIENTAL, FACILITADOR INTERNACIONAL, COORDINADOR GENERAL DE LA RED ESTUDIANTIL IBEROAMERICANA Y TÍTULO DE ORO DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA SON ALGUNOS DE LOS MÉRITOS DE YORDANIS
De momento no imaginé que detrás de esa personalidad sencilla y poco encumbrada podrían estar ocultos tantos conocimientos y experiencias vividas, mucho menos cuando se trata de un joven de apenas 25 años. Geógrafo de profesión y actualmente profesor del Centro Universitario José Martí de la ciudad de Sancti Spíritus, Yordanis Gerardo Puerta de Armas, vecino del Camino de Las Cañas en la ciudad cabecera provincial, el único cubano que participó en la Segunda Conferencia Infanto Juvenil por el Medio Ambiente, celebrada este año en Brasil, comparte con nosotros sus vivencias.
Sobre esta labor, ¿algunas reflexiones?
Asistí al evento en condición de facilitador internacional, junto a otros 16 representantes de 12 países de América Latina y el Caribe y 70 colegas brasileños, para orientar y acompañar a niños de entre 11 y 14 años de edad a través de un Jornal, un programa de radio o un grafito, donde ellos pudieran redactar y exponer sus cartas de responsabilidades Vamos a cuidar a Brasil.
Evidentemente a nivel gubernamental, de agencias de Naciones Unidas, estos materiales en forma de cartas resultan procedentes. El proceso culminó con una caminata por la avenida de los Ministerios, en la ciudad de Brasilia, y fuimos recibidos por el
Presidente Luis Inacio Lula da Silva y la ministra de Medio Ambiente y Educación.
¿Cómo se inserta Cuba en este programa?
Cuba se inserta porque en 1999 soy seleccionado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente a formar parte del equipo editorial, que elaboraría el primer informe a nivel regional sobre el tema; no visto desde la perspectiva de las agencias y los gobiernos, sino, desde el punto de vista de los jóvenes. En ese propio año convocan a este proyecto donde se presentan 800 aspirantes de toda América Latina y el Caribe y se eligen 21, entre los que me encuentro como el único cubano. Entonces estudiaba el segundo año de mi carrera en la Universidad de La Habana.
En el 2001 me encomiendan como representante para América Latina y el Caribe, del Consejo Asesor Juvenil del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente por dos años, experiencia que me da la posibilidad de ser propuesto para coordinar el taller de Jornal, donde los niños brasileños transmitirían al resto del mundo su compromiso y responsabilidad con la humanidad.
¿En qué forma se palpa la incidencia cubana en esos países participantes al proyecto, si contamos con experiencias diferentes?
Para mí el mayor reto no estuvo en la parte técnica ni en cuánto podía aportar como líder juvenil ambiental en este proceso, sino en el punto de vista político, porque los niños, maestros y facilitadores brasileños, junto a los colegas de Argentina, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Perú y de otros países, pedían constantemente que les hablara de nuestra realidad. Cuando terminaba mis actividades diarias, a veces pasadas las once de la noche, muchos me abordaban y hacían preguntas de todo tipo, del sistema de Salud y de Educación y no faltaban los que se asombraron cuando veían que en Cuba la juventud participa en los procesos de toma de decisiones y de construcción de los modelos de desarrollo. Hay mucha desinformación, pero Cuba es un ejemplo ante todos.
¿En cuántos eventos más has tenido la posibilidad de representar a Cuba?
Desde 1992, cuando apenas era estudiante de secundaria básica a la fecha he participado en más de 35 eventos nacionales e internacionales. En tres oportunidades estuve en México, además en Dinamarca, España, Brasil, en África cuando fui invitado al Vigésimo Primer Período de Sesiones del Consejo de la Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Kenya, una de las vivencias más interesantes porque aprecié desde muy cerca lo que es la globalización neoliberal, ese capitalismo en su más cruda expresión, en un lugar donde las desigualdades sociales son abismales
¿Vincula Yordanis estos conocimientos con su actividad de profesor?
Todo esto siempre ha tenido un reflejo en la práctica cotidiana de mi trabajo, hace muy poco formo parte del claustro de profesores del Centro Universitario José Martí de Sancti Spíritus, porque hasta el año anterior estuve vinculado al Centro de Estudios de Medio Ambiente, de la Universidad de La Habana. Acabo de impartir una asignatura que se llama Economía Regional y aunque no lo parezca, la experiencia internacional ha sido de mucha utilidad. Siempre trato de que los estudiantes conozcan lo difícil que resulta el proceso de planificación y desarrollo a escala local, a partir de contextos distintos. Las diferencias sociales, económicas, políticas y culturales de los países de América Latina y el Caribe así lo evidencian.
¿Existe un tiempo libre para ti?, ¿en qué lo empleas?
Me dedico a producir materiales didácticos (juegos y multimedias) para el desarrollo de la educación ambiental en los centros educacionales; esa es la otra parte de mi vida por la que me conocen en el exterior y en muchas regiones de la isla. Estos han sido publicados y generalizados.
Una buena parte del tiempo es para mi familia, y como todo joven siempre dedico un espacio a mi novia y mis amigos. Actualmente estoy terminando mi tesis de maestría en Medio Ambiente y Desarrollo, donde trato el tema del cáncer y la influencia de aspectos ambientales en el comportamiento de esta enfermedad.
Mi sueño es escribir, explorar, caminar, visitar contextos distintos. Nosotros, los geógrafos, nos caracterizamos por tener una mirada precisa y al igual que los periodistas siempre estamos tratando de interpretar fenómenos, para nada me considero un científico, yo soy apenas un investigador. No me canso de agradecer a esta Revolución, porque siendo hijo de una ama de casa y de un trabajador de Servicios Comunales he tenido la posibilidad de representar a los cubanos en el Consejo Asesor Juvenil de las Naciones Unidas. Para nada esta descendencia humilde ha sido un freno en mi formación.

Cazadores de fósiles

Cavando en cuevas y otros lugares donde los huesos y dientes de animales prehistóricos se preservan bien, los cazadores de fósiles han puesto al descubierto todo un patrimonio que hasta entonces nos resultaba desconocido. En nuestro archipiélago no sólo vivieron los animales que observamos en la actualidad; especies gigantescas, hoy extintas, que conforman la magafauna del Terciario y el Cuaternario habitaron también aquí.

Paleontólogos profesionales y aficionados a las ciencias así como espeleólogos tratan desde hace décadas de dar detalles sobre la fauna existente millones de años antes. De esta forma se puso al descubierto cómo uno de los grupos más extraños, los perezosos (monos), conocidos como tardígrados por los científicos, se las arreglaron para llegar a la isla pues, con excepción de Jamaica, las restantes Antillas Mayores les dieron albergue a una o más de estas especies; pero fue en Cuba donde alcanzaron su más alto grado de diversidad.

El número de especies fósiles que habitaron en nuestro país científicamente válido constituye tema de debate entre los especialistas que afirman  un estimado razonable entre cuatro y seis. Se dice, además, que tenían tamaños variados, desde los más gigantes de 200 kilogramos de peso como el Megalocuns rodens, pasando por el Miocuns con una talla inferior a la de un perro mediano, hasta llegar al Neocuns, perezoso arborícola no mayor que un gato. Los restos de estos mamíferos soy muy abundantes en cuevas de Cuba, donde se reportan, incluso, esqueletos completos articulados.

Las evidencias relacionadas con la existencia de monos nativos de la isla antillana fueron escasas y ambiguas hasta que en los primeros años de la década del 50 se descubrió un primate de Jamaica sobre la base de una mandíbula inferior, que había permanecido olvidada por casi 30 años en la gaveta de un estante de museo.

Desde entonces otros huesos y fósiles de estos animales se han estado encontrando en Jamaica y Santo Domingo; aunque el hallaazgo más espectacular fue el que se hizo en una cueva situada en la Sierra de Galeras, en lo más alto de la región central de Pinar del Río. Allí miembros del grupo Pedro Borras de la Sociedad Espeleológica de Cuba desenterraron un cráneo casi completo de un  mono adulto, denominado Paralonatta varonai.

Posteriormente, en la localidad de Domo de Zaza, enmarcada en el territorio espirituano, el grupo Samá, vinculado a la Fundación Antonio Núñez Jiménez, de la Naturaleza y el Hombre, descubrió entre sedimentos de hace unos 17 millones de años antes, al que pudiera ser el pariente más cercano de Paratonatta.

Según refiere en su más reciente libro Expedición a las profundidades de los Milenios el investigador espirituano Abel Hernández Muñoz, las musarañas, mamíferos insectívoros, son parte de la historia de la fauna cubana como los miembros más extraordinarios de los vertebrados de la isla, destacándose el Soledonon, representado por una especie viviente y otra desaparecida y el Nesophotes micms, igualmente extinguida. Nuestro almiquí que habitó por todo el archipiélago hoy sobrevive milagrosamente en Sierra Cristal.

Otro grupo de interés dentro de la fauna prehistórica es el de los roedores. En 1994, en el propio Domo de Zaza se descubrió un diente de Caprómido del Mioceno, animal que pertenecía a la subfamilia que incluye las jutías cubanas, de hace unos 17 millones de años.

En el Pleistoceno cubano, 1,6 millones de años antes, hubo vertebrados comedores de carne pero todavía vestían plumaje. Aquí se incluyen lechuzas y aves rapaces, las cuales obviamente ocupaban el nicho de los carnívoros que los mamíferos no habían conquistado. Un miembro aberrante de este gremio fue el búho gigante Ornimegalonyx oteroi, que debió perseguir a sus presas corriendo tras ellas pues era incapaz de efectuar un vuelo sostenido.

El Carcharodon megalodon, un tiburón enorme que en su boca abierta podía sostener a más de 20 hombres, compartió esta etapa con cocodrilos, tortugas y erizos marinos. Sin embargo, los fósiles más antiguos que se conocen en este país pertenecen al período Jurásico. En áreas cercanas al archipiélago vivieron entonces varias especies de dinosaurios terrestres y marinos eso explica por qué en la porción más occidental de la isla se encuentran restos de estos terribles lagartos yaciendo en rocas que derivaron en Yucatán y hoy forman el valle de Viñales, en Pinar del Río.

En el Museo de la Naturaleza y el Hombre de la ciudad de Sancti Spíritus permanece una exposición con muestras de muchas especies prehistóricas, encontradas e investigadas desde hace varias décadas por especialistas integrantes del grupo Samá y de la propia instalación.

Ruditas en Cruz de Neiva

Ruditas en Cruz de Neiva Conchas prehistóricas de gran importancia para la ciencia y el patrimonio natural espirituano encontradas en la localidad de Cruz de Neiva, municipio de Cabaiguán revelan la existencia de estos animales 65 millones de años atrás, cuando el mar en su transgresión cubrió con sus aguas cálidas y someras zonas del centro de la isla, hoy muy alejadas de la costa.Los ruditas como se les denomina, son moluscos pelecypodos (bivalvos) que integran la fauna del período Cretácico de la era Mesozoica, según refiere a Escambray, el máster en Ciencias Abel Hernández Muñoz, presidente en Sancti Spíritus del Consejo Científico de la Fundación Nacional Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre y promotor de esta investigación.Desde la década del 80 en que fueron encontradas las primeras muestras de estos ejemplares hasta la fecha, investigadores de la provincia y del país trabajan en el estudio de los mismos, valiéndose de los restos fósiles, a fin de determinar la historia de la evolución de organismos extintos, de la misma forma que si estuviesen vivos.Para dichas pesquisas fue necesario consultar la opinión de los doctores e investigadores Manuel Rivero de la Calle y Alfredo de la Torre (ya fallecidos), quienes identificaron el material colectado en dos especies: Parastroma sanchezi e Hippurites sp.Se pudo determinar además que los mismos perecieron como consecuencia del tsunami originado por la caída de un meteorito en la península de Yucatán, México; maremoto que llegó hasta Fomento, una de las localidades espirituanas más relevantes del límite Cretácico-Terciario o Paleógeno, como también se le denomina, en la isla, lo que permitió que dos territorios de nuestra provincia estén unidos por un pasado remoto común, de gran importancia como elemento significativo dentro del patrimonio cultural y natural.La verdadera naturaleza de los fósiles se conoció a partir del siglo XIX, cuando se establecieron los principios básicos de la geología moderna, porque estudios anteriores a esta época debatían el origen de los mismos poniendo en dudas su procedencia como restos de animales prehistóricos a los cuales algunos consideraban rarezas de la naturaleza o creaciones del demonio.Muestras de los fósiles encontrados en Cruz de Neiva están expuestas en el Museo de la Fundación de la Naturaleza y el Hombre, en la ciudad de Sancti Spíritus, institución que continúa con las investigaciones relacionadas con estos animales marinos.