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Poesía necesaria

Poesía necesaria

Quiero compartior con ustedes este trabajo que publica  Cubadebate, cuanta sinceridad en las palabras de Cintio para Antonio Guerrero uno de nuestros cinco hermanos cubanos, presos en Estados Unidos por luchar contra el terrotirmo.

 

“Faltabas tú, poeta”, le escribió Cintio a Antonio Guerrero en diciembre del año 2001, para celebrar el alegato poético de su destinatario: desde su altura, desde la altura de la dignidad compartida con sus cuatro hermanos. El 26 de marzo del año siguiente, Antonio Guerrero escribe el otro poema que aparece ahora en esta Poesía necesaria del boletín Memoria del Centro Pablo de la Torriente Brau: “Me defiendes como un padre al hijo…”

El boletín Memoria ha querido escoger este diálogo de solidaridad y amor para recordar la palabra generosa de Cintio y para expresar a Antonio y sus hermanos de resistencia nuestra admiración por su valentía y nuestro apoyo en la lucha por su liberación.

El tiempo ha pasado desde la escritura de estos poemas y con él la cuota de injusticia que se impuso a nuestros cinco hermanos en controvertidos procesos judiciales. Los patriotas boricuas lanzaron, hace unos años, esta consigna para continuar la lucha por la excarcelación de los independentistas presos durante décadas en las cárceles norteamericanas: ¡Es hora de traerlos a casa!

Esa hora llegó desde siempre para nosotros en la Isla. Y está llegando para mucha gente de buena voluntad sobre esta tierra. Juntos, exijamos la liberación de nuestros hermanos: ¡Es hora de terminar esa injusticia!

Como escriben Cintio y Fina:

Haber escrito tan poderoso y sostenido canto de amor en tan ominosas e injustas circunstancias, pasará a la historia de la patria como un imborrable triunfo espiritual.

 

Sólo podemos testimoniarte nuestra asombrada admiración, y agradecerte más allá de las palabras, este regalo incomparable.

Con nuestro abrazo siempre a los cinco,

Víctor Casaus / Centro Pablo

Faltabas tú, poeta

Faltabas tú, poeta. La injusticia
no podía omitirte en su venganza:
ella sabe con lúcida impudicia
lo que el amor a la belleza alcanza.

Mas no le importa. Su misión inicia
creyendo que encadena la esperanza,
que prostituye el verbo a la avaricia,
que entrega a mercaderes la balanza.

Tú en cambio tienes la risa de tu hijo,
la fuerza de tu madre, la palabra
del que por siempre a los cubanos dijo:

Solo será posible lo imposible.
Salud, Antonio. Tu alegato labra
la estrofa de los cinco, ya invencible.

Cintio Vitier

28 de diciembre del 2001


Para Cintio Vitier

Tu pluma ha calado la injusticia
con dignidad total, no con venganza,
le ha sacado el vientre la impudicia
que su voraz alevosía alcanza.

Es un gesto poético que inicia
un sendero de luz en la esperanza
con su verbo deshace la avaricia
y pone la honradez en la balanza.

Me defiendes como un padre al hijo,
me enseñas la virtud y la palabra
del que por siempre a los cubanos dijo:

Solo será posible lo imposible…
¡Adelante Vitier! Tu verso labra
la epopeya de un pueblo, ya invencible.

Antonio Guerrero

26 de marzo del 2002

Puedo estar haciendo mi propio ataúd

Puedo estar haciendo mi propio ataúd

Jamás imaginé convertirme en carpintero y cuando aprendí el oficio pensaba en hacer camas, asientos, puertas, cualquier mueble; pero no ataúdes. Eso fue algo que llegó sin proponérmelo, empecé en esta fábrica como ayudante y desde hace ocho años pasé a este oficio.

Buscar acomodo para el reposo final no es tarea fácil. Nada me impresionó más que la primera vez que me enfrenté solo a la mesa de carpintería, las manos me temblaban, sentía hasta escalofríos, el olor de la madera de pino se me colaba hasta el estómago. Medía una y otra vez las tablas para hacer el cajón, no encontraba la forma de colocarle el fondo, los cabezales, la tapa, el cristal… ¿y sabes por qué? Me parecía que estaba fabricando mi propio féretro.

Eso no resulta fácil, una vez llegué a La Sierpe, al funeral del abuelo de mi esposa, y desde que miré el ataúd supe que lo había construido yo. Uno conoce lo que hace porque le imprime un sello, una marca, para poder identificarlo en caso de cualquier reclamación.

Desde muy temprano llego a la fábrica, aquí todos nos llevamos bien, porque entendemos lo sensible de esta labor. Como trabajadores de Comunales tenemos la misión de prestar un servicio, que a nadie le gusta, pero alguien debe hacerlo, ¿no?

Luego uno se acostumbra, pasa el tiempo y a veces hablamos de otros temas mientras claveteamos o cortamos la madera, pero cuando la mente se concentra en lo que tenemos delante se nos erizan hasta los pelos.

A pesar de los años que llevo como carpintero de ataúd, lo más duro para mí es tener que hacer el de un niño; en ocasiones me han buscado a deshoras o un domingo, porque se produjo un accidente, un ahogado y debo fabricarlo al momento.

Nosotros tratamos de tener un stop de féretros de diferentes medidas para surtir a los ocho municipios, esta es la única fábrica de su tipo en la provincia; pero se presentan situaciones como, por ejemplo, un fallecido de una talla y peso superior a lo normal y mientras se prepara el cadáver nosotros construimos la caja.

En el centro me buscan para todo, si se rompe la sierra, allí estoy tratando de encontrar la solución, capacitando a los carpinteros más jóvenes, controlando la calidad en el proceso de acabado o preparando la próxima asamblea de afiliados, porque soy también el Secretario de la Sección Sindical. Pero me siento útil y le doy mucho valor a mi trabajo.

Roberto Raúl Valdivia tiene 43 años, dos hijos pequeños que son su pasión, es jocoso y cordial. Al término de esta entrevista me dijo: “Disculpa periodista que no le diga: aquí estoy para servirle, ojalá nunca tenga que hacerlo desde este lugar”.

 

Pacto con el mar

Pacto con el mar

El mar y yo hicimos un pacto y hasta que la muerte me sorprenda lo tendré presente. Se trata de mirarlo diariamente, de respirar profundo y recordar lo bueno y lo malo que pasamos juntos. Fui el cuarto de los hijos de un matrimonio pobre de Tunas de Zaza, no me avergüenza decirlo; al contrario, me gusta hablar del pasado porque mis nietos deben conocer cómo fue que surgió esta familia de pescadores humildes”.

Sentado en un chalán que aguarda anclado por el fondo del patio de su casa, en El Médano, Félix Ramón Pizat hace loas de sus 84 años, con una pasión desmedida por la tierra que lo vio nacer. Hasta  los mangles que de niño lo acogieron como a un hijo cuando buscaba junto a su padre y a su hermano Jaime los camarones escondidos en el fango de las lagunas cercanas se sienten reconocidos por la memoria del anciano.

Un antes lleno de penurias, escasez, necesidades, lo trasladan en el tiempo. “Una caja de camarones de 100 libras valía una peseta, cuando la compraban, porque muchas veces el patrón no la quería recibir; en ese caso llevábamos un poco para la casa y lo sancochábamos con sal. ¿El resto?, lo tirábamos al mar y seguíamos con la barriga vacía y los pies descalzos”, dice Pizat.

Así creció entre el mar y el salitre, así se fue haciendo fuerte para enfrentar el dolor y la rabia... ¿Y la escuela? “Eso ni pensarlo, había que trabajar para mantener la casa y ayudar a papá. En una ocasión le tiré una caja de camarones al patrón, me decían que estaba loco y que nunca más me compraría ni una libra, pero ya no aguantaba más tanta injusticia”.

La Revolución le devolvió el orgullo, le dio atenciones, lo hizo sentir igual a los demás. Surgieron las cooperativas de pescadores y las garantías de trabajo en otros frentes. Y aunque durante su niñez tuvo que escoger entre la escuela y el trabajo para sobrevivir, esa propia experiencia lo condujo a saber comparar lo bueno con lo malo.

“A mi Comandante se lo debo todo, que mis hijos tengan profesiones, que no carezcan de nada material, ni de atención médica. A veces alguien trata de ignorar el pasado de Tunas y sólo habla de la playa o las tiendas y  las mercancías, pero no de la falta de dinero para comprarlas, o para ir en busca de una medicina. Antes del 59 ya tenía dos hijos, recuerdo que una vez mandé al mayor en busca de un pan fia’o, hasta que me pagaran la pesquería del día, entonces regresó con la cara entre las piernas. ‘Dale un pan a ese miserable’,  fue la respuesta del dueño, a él eso nunca se le olvida”.

Una mañana Pizat miró al mar con un brillo diferente en sus ojos; le habían encomendado una importante tarea: ser patrón del mejor barco camaronero que navegaba en esa zona. Más de 14 años estuvo en la flota, luego vino la etapa de Cienfuegos y más tarde el regreso a Tunas de Zaza para seguir comandando una tripulación de pescadores.

Junto a María Antonia, su compañera de toda la vida, sus hijos y nietos, continuadores de las ricas tradiciones de sus antepasados; el viejo Pizat sonríe, no por el pasado incierto y atropellado que le tocó enfrentar, sino por el presente lleno de satisfacciones; por saberse útil, a pesar de su invidencia, por poder transmitir la sabiduría acumulada a quienes lo rodean, y la experiencia que lo acompaña siempre como a un viejo lobo marino.

 

El pasado navega en chalán

El pasado navega en chalán

Dianelis carga su mochila de colores, en el rostro, la alegría de saber que pronto estará sentada en su aula viendo las teleclases con la curiosidad abierta a una nueva lección. En las escuelas primarias de Tunas de Zaza y El Médano otros niños aprenden de la vida, de ese mar que los rodea, de la historia que atrapa los recuerdos, de sus antepasados, de la razón de ser de este pueblo de pescadores.

 

Es de mañana y por las calles urbanizadas de la comunidad costera muchos habitantes se dirigen a sus respectivas labores. Varias entidades estatales los acogen; más del 70 por ciento de los tuneros están vinculados a actividades productivas: la pesca de especies marinas, la cría del camarón, el procesamiento industrial, la prestación de servicios básicos, la Educación, la Salud, en fin, no existen desvinculados por falta de empleos o propuestas de estudios. La triste realidad del pasado quedó aplastada por el Triunfo de la Revolución, “que vino para quedarse”, como afirma un viejo pescador.

 

UN ANTES INCIERTO

 

Con sus 72 años a cuesta Pedro José Pérez, autodidacta historiador de la localidad, rememora aspectos vinculados con el devenir de Tunas de Zaza. “En 1826 aquí existían cerca de 800 habitantes y hoy superan los 3 200, pero a diferencia de la etapa de la colonia sólo el 10 por ciento de las viviendas actuales continúan siendo de madera; el resto, de mampostería, con sólidos cimientos y techos. Atrás quedaron las chozas sobre pilotes en el mar, la falta de letrinas, los bancos de palos como asientos y la miseria que, por años, escoltó a quienes se debatían entre el sol y el salitre en busca de unos pocos centavos”.

 

La mirada de Pedro se pierde sobre el agua como si en la ola llegara la memoria: “El médico más cercano estaba en Guasimal o en Sancti Spíritus; aunque por falta de dinero casi nadie podía visitarlo. Mi hermana Rosita se enfermó una vez y luego de reunir unos quilos mis padres pudieron llevarla; la vieja regresó con el alma hecha pedazos, no había dinero para comprar la receta, salió a los bares de la playa, donde los ricos pasaban el día en sus negocios, para pedir limosna; casi siempre la cura a cualquier mal se hacía con remedios manigüeros”.

 

Con anécdotas parecidas, Israel Pérez, un jubilado de 69 años, insiste en dialogar con Escambray. “Pertenecí a una familia con mejor situación económica, pues mi abuelo, Juan Pérez Olivera,  trabajaba en el puerto y esta casa, que hoy tiene casi 100 años de construida, sirvió de comedor a los estibadores que cargaban las patanas de azúcar, salidas por el antiguo espigón hasta el año 1974.

 

“Pese a ello, mi infancia fue dura, tuve que trabajar desde niño para ayudar a mis padres. Recuerdo cómo los pescadores pasaban la noche buscando camarones en las lagunas cercanas y al amanecer no podían venderlos porque el patrón no quería recibirlos, muchas veces los vi vaciarlos al mar nuevamente”.

 

Y SE HIZO LA LUZ

 

Dos jóvenes tuneros confirman las diferencias. Ellos saben que nunca más habrá que lamentar la pérdida de un ser querido por no poder comprar un medicamento, o la falta de estudio o de empleo; saben que la Revolución iluminó el camino incierto de los habitantes de esta zona costera del sur espirituano.

 

Sergio Magrath Despaigne, el delegado de la Circunscripción No. 35, acota: “Tenemos una Facultad Obrero Campesina y un Curso de Superación Integral, un aula de la Escuela de Oficios para formar a obreros calificados que se vinculan a la moderna industria pesquera. Contamos también con un policlínico reforzado que funciona las 24 horas, farmacia y otros beneficios médicos; existen aquí tiendas, círculos sociales, una sala de video, una oficina de correo, empresas pesqueras, Consultorios del Médico de la Familia y otras instalaciones de la esfera de los Servicios.

 

“No todo está resuelto -alega el joven delegado-, hay dificultades con el transporte automotriz o ferroviario y con la situación de los viales internos y externos; pero estamos seguros de que en la medida que mejore la situación económica de la provincia, Tunas de Zaza tendrá prioridad en este sentido”.

 

En tanto, Michel Acosta Castaño, el promotor cultural, comenta sobre la historia vinculada a la localidad, de cuando Serafín Sánchez, Carlos Roloff y Mayía Rodríguez desembarcaron junto a otros oficiales del Ejército Libertador por un punto próximo a la zona. “Tunas antes de 1959, revela un pasado lleno de calamidades y desigualdades que contrasta con el presente, donde el nivel cultural y la calidad de vida de sus habitantes aumenta cada día -dice Michel-, en la mayoría de las casas hay televisores, refrigeradores y efectos eléctricos distribuidos a raíz de la Revolución Energética”.

 

En las calles se respira otro ambiente, los hombres se sienten confiados porque saben que sus capturas tienen mercado seguro y a buenos precios, ya no hay patrones que rechacen la pesquería, ni niños deambulando por la playa o metidos hasta la cintura en el fango de las lagunas buscando camarones ya no hay casas de guanos sobre pilotes. Bien lo sabe Ariel Pizat, obrero de la Industria Pesquera que es miembro del Comité Municipal del Partido, cuando habla orgulloso de los cientos de profesionales y técnicos que existen en la comunidad o de los 30 tuneros que estudian la carrera de Derecho en esos mismos predios. Para él, el pasado quedó atrás y hoy navega en un chalán; aunque resulte oportuno recordarlo. Foto: (Vicente Brito)

 

Sancti Spíritus avanza en el tratamiento de equinoterapia

Sancti Spíritus avanza en el tratamiento de  equinoterapia

La práctica de equinoterapia como eficaz tratamiento en niños con diferentes patologías y síndromes muestra avances en Sancti Spíritus, una de las primeras provincias en iniciar este proyecto, que como parte de los métodos de enseñanza y terapéuticos de la Educación Especial se desarrolla en nuestro país.

Un grupo de especialistas compuesto por fisiatra, psicopedagogo, auinoterapeuta, fisioterapeuta y demás personal de apoyo atienden a más de 50 infantes espirituanos, en varias sesiones semanales.

José Ramón Guillén, al frente de la actividad en este territorio refiere a Escambray, que entre los objetivos a cumplir durante el tratamiento de los pequeños, que llegan a ellos mediante remisión médica, están el de regular el tono muscular, ampliar el ángulo articular en miembros inferiores del cuerpo, aumentar los reflejos de protección, desarrollar la fuerza muscular, ayudar en las correcciones postulares, así como regular la función del sistema vestibular e incrementar el patrón de locomoción.

Añadió Guillén, que cada especialista trabaja atendiendo las indicaciones del galeno, ya sea, fisiatra, ortopédico, neurólogo o pediatra.  

Desde que se inició el proyecto de equinoterapia en Sancti Spíritus, hace cerca de dos años, se evidencian múltiples avances sobre todo en lo referido a las relaciones sociales y el incremento de la autoestima y el autovalidismo en aquellos pequeños que antes de acudir al área no establecían comunicación ni manifestaban desempeño de ciertas habilidades.

Hoy, por ejemplo, Osbani, un niño de tres años sordo-ciego y con una cuadriparecia espástica, residente en la comunidad de San Pablo, distante a unos 22 kilómetros de la ciudad cabecera provincial, acude tres veces por semana al  Centro de Equinoterapia para recibir su tratamiento.

“Cuando comenzó el pequeño apenas pronunciaba sus primeras palabras y nunca había gateado -acota Guillén-; sin embargo, ya se sostiene encima del caballo, entra al centro pronunciando el nombre de Yara, la yegua donde le realizan la rehabilitación, y conoce a todos los técnicos que lo atienden en cada sesión”.

La equinoterapia se aplica con éxito en muchas provincias del país, además de Sancti Spíritus también se práctica en Ciudad de La Habana, Holguín y Matanzas, y a través de la misma el paciente entra en contacto directo con otro ser vivo de marcada inteligencia mediante terapias agradables y divertidas.

En su mayoría, las prácticas se realizan a cielo abierto, lo que propicia cambiar el panorama ambiental del niño. El movimiento armónico tridimensional y el calor del caballo favorecen la rehabilitación, además de los ejercicios y las gimnasias que se desarrollan sobre el equino, todo ello condicionan la estimulación neurosensorial de los pacient

Cocodrilo gigante habitó en el Cayajaná

Cocodrilo gigante habitó en el Cayajaná

Restos de un cocodrilo gigante muy rapaz, que midió más de 10 metros de largo, fueron encontrados en el río Cayajaná, muy próximo al aliviadero de la presa Zaza, por integrantes del grupo SAMA pertenecientes a la Sociedad Espeleológica de Cuba, en Sancti Spíritus.

La osamenta, primera de su tipo descubierta en la isla y con más de 20 millones de años de existencia se suscribe a la etapa del Mioceno, la cuarta del período Terciario, que comenzó hace unos 23 millones de años y concluyó hace unos 5 millones.

En declaraciones a Escambray Alejandro Romero Emperador, delegado de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, y jefe del Grupo SAMA en la provincia, explicó que este hallazgo es de gran importancia para el estudio y evolución de la especie en la isla.

Añadió Emperador que actualmente los restos del cocodrilo gigante se encuentran en el Instituto de Ecología y Sistemática, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, para su análisis y clasificación.

A la orilla del río Cayajaná, descarnada por la fuerza de las aguas del embalse cuando se abren las compuertas para que alivie, fueron localizados los restos del enorme reptil y de varios dugones o sirénidos, una especie de mamíferos acuáticos emparentados con los elefantes y con los menos conocidos hiracoideos de África, donde se incluyen tres especies de manatíes y una de dugón.

Se dice que los mismos fueron desplazados por los manatíes. En el pasado el Caribe poseía una diversidad de especies, y en los que se encuentran desde los dugones primitivos adaptados a pasar tiempo en tierra firme, hasta formas más derivadas y especializadas como las actuales. Los restos de estos animales prehistóricos encontrados por espeleólogos espirituanos serán expuestos al público a mediados del mes de diciembre, en la sede del Museo de Naturaleza y el Hombre de la ciudad cabecera provincial.

Acotó Emperador que en el lugar quedaron por extraer y sin identificar otros fósiles de gran tamaño, para cuando las condiciones del medio permitan realizar los trabajos de excavación y búsqueda

El arma preferida por Camilo

El arma preferida por Camilo    El lente oportuno de alguna cámara captó en más de una ocasión la imagen de Camilo portando consigo una Thompson, así lo recuerdan los cubanos que siguieron de cerca los días de la Sierra,  los llanos del Cauto, la contraofensiva, la invasión y la campaña de Las Villas o los que años más tarde vieron publicadas las fotos donde aparece junto a otros jefes militares, con el arma entre sus manos.  Así lo describen varios de los que tuvieron la oportunidad de estar junto a él en la toma de Yaguajay, cuando en el fragor del combate, sumergido en una trinchera hasta el pecho, dispara con la subametralladora y al caer el cuartel un corte de película “descubre” a “Nené” López, el jefe de su escolta, con una Thompson en una de sus manos y en la otra, las armas ocupadas al oficial de la tiranía Abón Lee.    ¿La predilección del Comandante por esta arma se mantiene hasta el final?, ¿por qué deja de usarla en momentos importantes de la contienda guerrillera?      REMEMBRANZA      Orestes Guerra, el campesino oriental que termina las hostilidades con grados de capitán y que acompañó a Camilo en las acciones más significativas de la lucha, asegura que la Thompson estuvo con este en la Sierra Maestra, en 1957, con ella combatió, bajó al llano y cuando Fidel los convoca a enfrentar la ofensiva batistiana a mediados del 58 todavía la usaba.    “No obstante, en el primer combate de Santo Domingo decide no utilizarla más, lo había hecho quedar mal en varias oportunidades -dice Orestes-, estábamos emboscados y Camilo, a quien le gustaba tomar la delantera, comienza a disparar, el arma escupió las balas a unos 10 metros de distancia, por suerte Rodolfo Vázquez y yo, que nos encontrábamos a ambos lados, hicimos lo nuestro. Ese día él le dio su Thompson a Félix Duque.   “En Bayamo también le falló cuando atacábamos contra una perseguidora -precisa Orestes-, yo le había comentado varias veces que un día lo dejaría embarcado porque a pesar de ser esta un arma buena, se adapta más bien para acciones en la ciudad; ella tiene la dificultad de que si el monte le humedece los cartuchos no hace fuego o lo hace mal”.    LA THOMPSON DEL MUSEO    Celosamente guardada en una urna de cristal, en la Sala del Museo Nacional que lleva el nombre del Héroe de Yaguajay, con el brillo de fábrica y su estructura intacta, se encuentra una Thompson original utilizada por Camilo en algún momento de su vida.   Según Orestes Guerra, la historia de esta arma no tiene que ver con la que llevara el Comandante rebelde en la Sierra; sin embargo, la predilección que siempre sintió el Héroe por ella nadie puede negarla, e incluso después de su desaparición física, entre sus pertenencias se halló un stock de armamentos;  que incluía a dos subametralladoras Thompson, una San Cristóbal y un fúsil M-1, entre  otros que fueron enviados al Museo de la Revolución.   Gerónimo Besánguiz, director del Museo Nacional de Yaguajay en declaraciones para Escambray, dice que una de estas dos Thompson se asigna a esta institución desde su apertura y permaneció expuesta allí por cerca de tres años.   “Luego la Dirección Política Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias nos la solicita para usarla como trofeo de la emulación desarrollada entre los Ejércitos existentes en la isla: el de Occidente, el Central y el de Oriente.    “En 1999 -precisa Gerónimo- el Ministro de las FAR, el compañero Raúl Castro, plantea que en Cuba los ejércitos tienen que ser iguales sin distinción, y la Thompson  deja de cumplir esa función para pasar a integrar los fondos de la Casa Central de la FAR”.   Durante todo ese tiempo, en el Museo Nacional, erigido en el mismo escenario donde se desarrolló la importante batalla por la liberación de Yaguajay, en el norte de la provincia, se exhibió una réplica del arma.     EL REGRESO A LA URNA    Fue aquella mañana sabatina de julio del 2000, desbordada de ardores y sosiegos, plagada de sentimientos, cuando a pocos días de lograr el regreso a la Patria del niño Elián Yaguajay se vistió de gala para desarrollar, en la plaza que lleva el nombre del Comandante rebelde, bajo la mirada firme y la figura esbelta del Guerrillero incansable esculpida por Thelvia Marín,  la Tribuna Abierta de la Revolución por la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano, contra la agobiante guerra económica y para respaldar y hacer valer los legados del Juramento de Baragúa.    Ese día, en visita efectuada al Museo Nacional, el General de Ejército Raúl Castro orienta que la subametralladora depositada en la Casa Central de las FAR sea expuesta nuevamente en esta instalación, donde completará la muestra que guarda más de 1 200 fotos, testimonios únicos de la trayectoria de Camilo desde la niñez, hasta su desaparición física, completada con objetos y documentos que le pertenecieron.    Resguardada bajo los cristales de una urna en un extremo de la sala de exposiciones está en reposo la Thompson preferida por Kmilo, todavía con el pavón de nueva y su empuñadura tallada, en su matrícula se lee: automática, calibre 45, modelo de 1921, fabricada en los Estados Unidos. Allí, además de ese pedazo de historia, están atrapados los pasajes más significativos de su vida matizados por estrofas de sus cruciales discursos, una de ellas expresa:                    “Fui a la Revolución porque sabía, estaba muy consciente de que Cuba necesitaba esa Revolución”.                                                                 CamiloOtras armas utilizadas por el Comandante Guerrillero se exhiben en distintos recintos culturales del país.    -En el Museo General de Yaguajay hay también una carabina San Cristóbal que forma parte del mismo inventario realizado a sus pertenencias tras la desaparición física del Héroe.    -Durante la campaña de Las Villas se le ve casi siempre con un fusil M-2.      -A la entrada de La Habana, con Fidel, Camilo reaparece con la Thompson y cuando va a Camagüey, en octubre del 59 a los sucesos de Huber Mato, también la lleva consigo.   -En el aeropuerto de Trinidad, Perfecto Romero lo retrata junto a Fidel y con un fusil al hombro.  

Pez gigante en la presa Zaza

Pez gigante en la presa Zaza

   Apenas comienza el día y Evelio, un aficionado de la pesca deportiva que acostumbra tirar sus avíos desde la orilla en la Zaza, se sorprende sobremanera cuando a escasos metros de distancia, en la zona conocida como el bajo de la recepción, aparece ante sus ojos un gran animal acuático.  

  En busca de ayuda se encuentra con Rafael Richardson, un experimentado pescador que opera desde hace años en la presa y este, entre la duda y la curiosidad, acude al llamado, se acerca al sitio y pocos minutos después observa cómo emergió el gigantesco animal de color oscuro.

  “Su lomo era similar al de una palma barrigona -dice Richardson-, yo llevaba una pita gorda de las que se usan para peces con más de 150 libras de peso, le coloqué una tilapia de carnada, la cortó y se fue con su comida”.Rolando y Marcial, otros dos pescadores, e Isabel, una vecina del lugar, presenciaron igualmente el suceso. Intrigados por la procedencia y la forma en que el misterioso pez llegó a La Zaza, Escambray sale en busca de nuevos elementos.

  Otros trabajadores del área afirman haberlo visto en  varios puntos dentro del embalse, como en el cayo Las Monas, en la entrada del río Yayabo y en un recodo cerca del motel El Mosquito, al otro extremo del acuatorio.  

   Un custodio de la Unidad Empresarial de Base ACUIZA, José Alexander Echemendía, se llevó tremendo susto cuando una mañana, a sólo 6 metros de distancia, observó el enorme animal. “Yo estaba con la vista fija en el agua y de pronto escuché un ruido, muchos alevines de tilapias saltaban y un remolino provocaba olas, de pronto apareció un bicho grande, me impresioné tanto que salí a contar la historia, pero muchos se reían sin creer lo que vi”.  

   Alfredo Capó, director de la Acuicultura en la provincia, refiere que varios reportes afirman la presencia de un pez gigante en la Zaza; al parecer se trata de un paiche (arapaima gigas). Esta especie se introduce en Cuba en el año 1980 procedente de Perú, se escoge la presa Higuanojo para depositar los 15 ejemplares que fueron traídos del Amazonas por contar con las condiciones idóneas, de seguridad y sin comunicación con otro embalse para que se desarrollen y reproduzcan. Años más tarde todo parece indicar que se trasladan, por personas de la rama, algunos ejemplares nacidos aquí para el embalse Manaquita, en Cabaiguán, que vierte en épocas de lluvia al río Tuinucú, uno de los afluentes que desembocan en la Zaza.   

   El paiche, que puede alcanzar las 600 libras de peso y superar los 3 metros de largo, es considerado el mayor pez de agua dulce del mundo. Su principal fortaleza está en la cola, que bordea el 80 por ciento del cuerpo. En cierta época del año vive en aguas poco oxigenadas, así que debe respirar aire atmosférico o "boquear" al menos una vez por hora.   

    Aclara Capó que por su tamaño y fortaleza es un animal muy peligroso. El mayor ejemplar capturado en la provincia fue de 280 libras en la presa Higuanojo, donde hay otros que pueden superar ese peso. En el acuatorio Manaquita existe, a criterio de los pescadores, uno con cerca 300 kilogramos. Las capturas se hacen difíciles porque rompe las redes, hasta siete de una sola vez.