Los conejos de María
La jubilación la sorprende a los 57 años con un cúmulo de obligaciones laborales; inversiones e implantación de nuevas tecnologías eran metas logradas. Sus sueños de 35 años al frente del Banco de Crédito y Comercio en Jatibonico quedaron en manos de otros jóvenes muy bien preparados;, entonces llegó el momento del descanso y María Lorenzo González se fue a casa.
Poco después comenzó el interés por hacer algo que le permitiera emplear el tiempo libre, nada extraño si se trata de una mujer con fuerzas suficientes como para continuar su vida vinculada a otra actividad.
La cría de gallinas y cerdos le abrieron el camino de la Agricultura Urbana en busca de un sustento económico adicional. En su patio rodeado de árboles frutales y plantas ornamentales creó condiciones para iniciarse en este mundo; pero la variante ganó mayor aceptación cuando en el año 2000 adquirió una pareja de conejos con los cuales se iniciaba en el mundo de cunicultura familiar.
“A mi esposo Heriberto Barrameda la idea le pareció excelente, con su ayuda construimos las jaulas rústicas para depositar las reproductoras y los demás ejemplares, hemos aprendido a cuidarlos, alimentarlos, observarlos para detectar cualquier enfermedad y, sobre todo, cómo manejar esta masa que reporta buenos dividendos, pero requiere de atenciones especiales.
“La higiene, por ejemplo, es vital en este tipo de cría, nos levantamos temprano y comenzamos la limpieza de las conejeras, el cambio de agua, el suministro de alimento, en ese caso mi esposo y hasta mi hijo buscan hierba fresca por los alrededores del pueblo, a veces a kilómetros de distancia; el bejuquillo de la caña, piñón, canutillo, bejuco de boniato son algunas de las preferidas por los animales”.
Insertado en uno de los subprogramas de la Agricultura Urbana, el patio de María se vincula también a un establecimiento de ganado menor en la provincia, a través del cual reciben atenciones técnicas y garantizan la comercialización, basada en el intercambio de 5 kilogramos de pienso por cada kilogramo de carne acopiado.
“Nunca imaginé que mi vida, dedicada a la dirección, los números y las estadísticas, fuera a dar un vuelco de esta manera; gracias a Enrique Ortega Sotolongo, el coordinador del proyecto Cunicultura de Traspatio en Jatibonico, hemos podido aprender todo lo que sabemos sobre la especie, él nos facilita bibliografía relacionada con la reproducción, supervivencia, tipos de enfermedades y alimentación y motiva a las familias de la cabecera municipal para que se vinculen a la cunicultura, por ejemplo, otras cinco mujeres de la delegación de base Celia Sánchez Manduley de la FMC, a la cual pertenezco, están insertadas a esta actividad”.
La criadora de conejos garantiza igualmente la entrega de ejemplares con fines investigativos para la producción de vacunas, a través del Laboratorio Biológico Farmacéutico (LABIOFAM) de Sancti Spíritus y la venta de carne en frontera.Con sus 65 años, María no deja a un lado las aspiraciones de seguir adelante en cualquier tarea.
Ella y Heriberto, su compañero de tantos años, se graduaron en el primer curso de la Cátedra del Adulto Mayor, asisten con sistematicidad al Círculo de Abuelos que funciona en el combinado del INDER y apoyan las labores de la FMC y los CDR, entre muchas otras ocupaciones. (Foto: Vicente Brito)
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